La semana pasada cumplí 36, inexorablemente avanzo hacia los 40. Aunque me siento muy joven, reconozco que el paso de los calendarios ha impactado mi forma de pensar. En todos los aspectos de la vida por supuesto, sin embargo quiero compartir los cambios que han experimentado mis ideas sobre el arte de invertir:
Diez años atrás creía que 30% anual de rentabilidad se podía conseguir sin mucho problema. Hoy sé, que 30% anual es virtualmente imposible. 20% nos pondrá en la categoría de los mejores inversionistas del mundo - en un período de 30 años -. 15% es un excelente resultado con el que seremos multimillonarios en 25 años. 10% nos hará millonarios gozando de una vida económicamente afluente. Menos de 10%: nuestra vida habría sido mejor gastada en otra actividad.
En 2009 largo plazo significaba 3 años. Las acciones en las que invertíamos duraban en promedio 1 año dentro del portafolio: buscando ganancias rápidas. En 2019 largo plazo son 30 años. Realizamos inversiones sin afán: esperando el tiempo que sea necesario. Teniendo presente que es en el largo plazo que se construyen ganancias extraordinarias.
En 2009 creía contar con la información necesaria para ser un gran inversionista. Había leído dos libros: "El Inversionista Inteligente" y "Cómo Interpreta los Estados Financieros Warren Buffett". En la actualidad, cada año: 25 libros, al menos 50 reportes de empresas, los memos de Howard Marks y las cartas de Warren Buffett. Información súper valiosa que, sin embargo, no necesariamente me hará un gran inversionista.
En Finanzas Simples llevamos nuestras ideas al límite intentando superar la impresionante arrogancia de la juventud.