Ejecutando estrategias de largo plazo las personas comunes conseguimos resultados sobresalientes. Bobby Fisher, catalogado uno de los más grandes del ajedrez en la historia, a los doce años se negó a ir al colegio diciendo a su madre: “Prefiero ser el mejor del mundo en ajedrez que uno más entre muchos con cualquier carrera.” Mozart compuso su primera sinfonía a los 8 años, murió a los 35 con 600 composiciones en su haber.
Las historias de los extremadamente talentosos son interesantes pero a la vez desmotivan. Los genios han legado a la humanidad: arte, ideas, ciencia, pero sus historias distan de la realidad de las personas comunes. Cuando veo que la fortuna de Mark Zuckerberg asciende a 59 billones de dólares siendo un año menor que yo, pienso en la imposibilidad de conseguir algo aunque sea similar.
Si bien existe atracción, especialmente de los medios de comunicación, por los extremadamente exitosos, la comunidad de Finanzas Simples es de personas normales: aquellos que se levantan a trabajar cada día, padres que desean lo mejor para sus hijos, millenials que sueñan con viajar por el mundo, estudiantes que se esfuerzan por sacar adelante su carrera.
Aceptar nuestra normalidad, no implica mediocridad, por el contrario perseguimos la meta de construir: un patrimonio de acciones de 100 millones de pesos por cada miembro. La estrategia consiste en realizar aportes permanentes a los FICs que administrará Finanzas Simples y buscar rentabilidades que superen 15%.
La disciplina para invertir una porción de nuestros ingresos de forma permanente, sumada a la capacidad de esperar que las inversiones generen los retornos esperados: es una idea simple pero no fácil. Requiere disciplina y confianza en la ejecución de la estrategia.
El patrimonio promedio por colombiano (activos - deudas) debe rondar 14 millones de pesos. Los miembros de Finanzas Simples somos escarabajos escalando para separarnos del lote (14 millones): el primer premio de montaña son 20 millones. Vamos por la camiseta de pepas ¡Carajo!