El valor de las derrotas
La vida es una experiencia continua de situaciones positivas y negativas, victorias y derrotas. El deporte es una práctica que vale para identificar estas sensaciones que a diario se presentan en la vida. Hablando de derrotas, pensamos por ejemplo: de un daño físico, una mala noticia que nos llega en el trabajo, la pérdida en nuestras inversiones.
En cada una de estas circunstancias el primer sentimiento que surge es tristeza, acompañada del fuerte deseo de volver lo más pronto posible al estado anterior.
Martín invirtió en acciones de Facebook que sufrieron una pérdida de 25% en un día. Mira su cuenta pensando en todo el dinero que ha perdido maldiciendo sus decisiones.
La pérdida en el valor de sus acciones genera en Martín gran frustración. El miedo lo motivó a vender las acciones cuando el precio se negociaba por el suelo y las ganas de recuperar su dinero lo llevaron a comprar acciones de Google sin el tiempo de análisis requerido. Solo una semana después las acciones que vendió recuperaron la pérdida mientras las acciones compradas sufrieron una considerable caída.
Estudiando las razones de la pérdida del valor de las acciones y analizando la otra compañía con cuidado, sin dejarse llevar por el pánico y la prisa de recuperar el dinero perdido, Martin hubiese tomado decisiones menos apresuradas.
Roger la leyenda del tenis. Ha ganado más títulos de Grand Slam que cualquier otro jugador en la historia (20). No obstante, perdió la final de Wimbledon en 2015 siendo el favorito. Fue inocultable su tristeza.
En el vestuario Roger reflexionó sobre la situación. Ha perdido, es verdad, pero aunque en su carrera las victorias sean más que las derrotas, goza la invaluable capacidad de convivir con la tristeza que estas generan. Desde el día siguiente volvió a la cancha entrenando aún más duro. En adelante lleva consigo la decepción de la derrota y la transforma en motivación.
En 2017 Roger vuelve a la final de Wimbledon y gana.
En Finanzas Simples sabemos que administrar la derrota es esencial en el camino hacia el éxito. La paciencia, disciplina, sacrificio y estudio son hábitos necesarios en este viaje. Aprender del fracaso es el primer paso para evitarlo en el futuro.