La charla TED del empresario Bill Gross “The single reason why start-ups succeed” plantea la idea que el “timing” es la causa con mayor preponderancia en el éxito de este tipo de empresas. La charla inmediatamente despertó mi curiosidad buscando casos para ponderar la tesis de Gross.
Facebook nació en un momento inmejorable: el acceso a internet era lo suficientemente masivo, los primeros millennials - primera generación realmente educada con acceso a computadores - había crecido y tenía capacidad de adoptar la tecnología sin mayor esfuerzo. Recordemos que Facebook no fue la primera red social, antes existieron otras como My Space. El “timing” de Zuckerberg dio justo en el blanco.
Rappi floreció en el momento propicio. Domicilios.com había empezado a cautivar el mercado mucho antes que Rappi. Sin embargo, el consumidor colombiano - muy bien acostumbrado a pedir a la tienda - no entendía bien el mecanismo de Domicilios.com. Rappi, por su lado, aprovechó el auge de ciudadanos venezolanos que llegaron al país. Lo que sobrevino es historia. Buen “timing” el de los líderes de Rappi.
Si bien, la observación muestra que un buen “timing” es fundamental en las Start-Ups. El concepto puede ampliarse a otros dominios dónde parece tener igual relevancia. Veamos:
Álvaro Uribe en la década del 90 fue un político destacado en Antioquia, pero su influencia era limitada a su departamento. Incluso fue elegido gobernador por 418 votos contra el hoy súper desconocido Álvaro Nuñez Lapeira. Más adelante la carrera previa a las elecciones presidenciales de 2002, Horacio Serpa y Noemí Sanin eran lejos más conocidos que él, además lideraban las encuestas. Pero, Uribe leyó bien el momento - la disconformidad hacia el proceso de paz con las FARC promovido en el gobierno de Pastrana - y jugó su carta maestra: se negó a asistir al Caguán para reunirse con los líderes de las FARC. El “timing” perfecto. Lo demás es historia: se convirtió en el político más influyente de lo corrido en el siglo XXI en Colombia.
En el mundo de invertir el “timing” juega un papel preponderante también. Howard Marks lo denomina dominar el ciclo del mercado. Los accionistas de Apple entre 2013 y 2017 consiguieron una rentabilidad aceptable con las acciones doblando su precio. Sin embargo, por aquella época el mercado dudaba, y por momentos llevaba el precio a niveles ridículos de 15 dólares. En 2017, la percepción cambió, aunque no sé muy bien porqué, pero el precio se ha sixtuplicado desde entonces. Los fundamentales de la empresa ciertamente han mejorado, sin embargo, lejos de explicar la apreciación sensacional de la acción. Quiénes invirtieron en 2017 gozaron del más oportuno “timing”. Warren Buffett uno de ellos.
Todo esto me lleva a concluir que en la búsqueda de resultados excepcionales, es precisa una combinación de paciencia con determinación. Paciencia para dejar pasar las “oportunidades promedio”, entendiendo por qué hacerlo así. De otro lado, actuar con determinación de campeón y espíritu matador cuando la oportunidad adecuada aparece.